Así de inclinada estaba la pasarela flotante, como consecuencia de la sequía. Producía vértigo mirar al final, un punto de fuga demasiado profundo que apuntaba hacia las aguas de un pantano, el del Ebro, moribundo de sed.
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Así de inclinada estaba la pasarela flotante, como consecuencia de la sequía. Producía vértigo mirar al final, un punto de fuga demasiado profundo que apuntaba hacia las aguas de un pantano, el del Ebro, moribundo de sed.
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