Había leído que en esta zona, era posible avistar manadas de delfines desde la costa, así que aprovechando que el mar estaba en calma y con toda la ingenuidad de una cría, me acomodé para observar con atención el horizonte, por si algo extraordinario ocurría. Esperé durante un buen rato, escuchando sonidos mágicos del mar, de las aves, de la brisa… y la vida marina no apareció; pero algo me llevé de aquel atardecer, conseguí que se prendiera del objetivo un poquito de su bola de luz, mientras descendía imparable hacia un mar, cada vez más bello y sereno.
Había leído que en esta zona, era posible avistar manadas de delfines desde la costa, así que aprovechando que el mar estaba en calma y con toda la ingenuidad de una cría, me acomodé para observar con atención el horizonte, por si algo extraordinario ocurría.
ResponderEliminarEsperé durante un buen rato, escuchando sonidos mágicos del mar, de las aves, de la brisa… y la vida marina no apareció; pero algo me llevé de aquel atardecer, conseguí que se prendiera del objetivo un poquito de su bola de luz, mientras descendía imparable hacia un mar, cada vez más bello y sereno.